Eso de ir a la playa o la piscina implica la formulación de una serie de preguntas, cada una derivada de la anterior, y qué suele comenzar de esta forma, "vamos a la playa/piscina, ¿qué me llevaré?". Es en ese momento en que comenzamos a repasar mentalmente las cosas que por lo general necesitas, ropa para ir, un vestido o pareo para estar en la playa, sandalias para llegar, unas cholitas para cómodas para estar allí, el bronceador, el protector solar, el lipstick con vitamina E, o en su defecto manteca de cacao; una revista o un libro para entretenerse, el ipod, mp3 o mp4 para escuchar musiquita; los lentes de sol, el sombrero (estos dos últimos artículos para aquellas a las que nos gusta usar estas cosas) y la toalla, entre otros.
Después viene otra pregunta que es "ajá, ¿y después que me pongo cuando me vaya?", entonces nuevamente se comienza, pues la ropa interior, la ropa para cambiarme, unos zapatos o sandalias distintas, el shampoo, el acondicionador, la crema para peinar, y muchos más. Cuando ya hemos resuelto estas dos grandes interrogantes viene una aún mayor "¿y en qué bolso cabrá todo eso?"
Así es como llegamos al punto de esta foto, imaginen todas esas cosas antes dichas y muchas más en un bolso, específicamente, mí bolso; cuando pienso en ello digo "ya entiendo por qué hay mujeres que llevan maletas a la playa, sobre todo si vienen con niños", y es que de verdad, aunque se intente aminorar esta carga, siempre faltará algo y además siempre se olvidará algo, y ni hablar del hecho de regresar a casa y pensar en tener que sacar todas esas cosas y colocarlas de nuevo en su santo lugar...
Foto #15: 15-01-12. Mi pequeño bolso.
Por esto el episodio de hoy se titula "traje la laptop, el cargador del teléfono, el libro y la revista, pero se me quedaron las cartas"...
Mirita.!*
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